¿Qué es la convivencia escolar?
El modelo por competencias, en sus inicios estaba sólo abocado al “saber hacer”, es decir, tener cierta expertis para hacer tal o cual función o tarea, por ende, poseer una calificación específica. Con el desarrollo del país, el avance de la información y las nuevas tecnologías ya no es sólo necesario tener el conocimiento específico de alguna actividad u oficio, sino también “saber actuar”, esto se refiere a tener otro tipo de competencias más ligadas a las habilidades blandas, que promueva profesionales integrales y preparados para un mercado laboral en constante cambio.
En este mismo sentido, Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y Cepal (Comisión Económica para América latina y el Caribe) señalan que la experiencia de los niños tiende a ser negativa cuando la institución educativa es incapaz de establecer normas de convivencia y hacerlas respetar para lograr un ambiente saludable de aprendizaje.
Por lo que, la importancia de relacionarse con otros/as, de conocer y valorar las diferencias, de dialogar, es un desafío para el sistema educativo del siglo XXI, fortaleciendo un buen clima escolar que sea inclusivo, colaborativo, con espacios de conversación y de participación.
Estrategias para docentes que promuevan la buena convivencia escolar
La Catedrática de Psicología de la Educación y directora del Máster Programas de Intervención Psicológica en Contextos Educativos de la Universidad Complutense, María José Díaz-Aguado, nos explica en su texto “como mejorar la convivencia escolar ante los retos de la educación en el siglo XXI”; indicando 3 estrategias que podemos aplicar en aula, con el fin de mejorar el ambiente y las relaciones entre los estudiantes:
1. Reflexión-discusión sobre las reglas de la vida en común: Para llevar a la practica el principio de la democracia participativa se deben incorporar los valores cooperativos:
- Discusión sobre las reglas de convivencia en el aula, en las que se especifica lo que se puede y no se puede hacer, así como que deberá hacer cada alumno cuando no las respete y por qué.
- Elaboración y votación de una “Constitución del aula”, su cumplimiento se favorece cuando los alumnos participan activamente en dicha elaboración, así como cuando el producto final se escribe y está disponible de forma que todos puedan verla y recordarla (por tener un ejemplar en cada mesa y un cartel en la pared, por ejemplo)
- Incorporación entre los papeles de los equipos cooperativos de funciones y actividades relacionadas con el cumplimiento de las reglas, evaluación periódica del funcionamiento de las normas aprobadas entre todos e incorporación de los cambios que puedan ser necesarios para mejorarlas
2. Enseñanza de habilidades sociales, siguiendo un procedimiento que incluye: explicación, práctica y evaluación. Esta enseñanza puede llevarse a cabo con toda la clase y completarse, cuando sea necesario y posible, con apoyo individualizado a los niños que así lo requieran. Reflexión del adulto con el niño seleccionado sobre la habilidad en cuestión, estimulando el proceso adopción de perspectivas y que la habilidad sea entendida tanto como concepto general como en relación a las conductas específicas que permiten practicarla.
3. Discusión y dramatización a partir de cuentos: la eficacia de la discusión y representación de conflictos desde los primeros años mejora las relaciones que los niños establecen en la escuela, favorece la integración y desarrollar la tolerancia.
Diseñar y aplicar procedimientos de dramatización de los conflictos socio-morales que permitan activar la empatía y el proceso de adopción de perspectivas.
Para lograrlo resulta especialmente indicado el estilo de los cuentos infantiles, a través de este tipo de lenguaje figurado se logra: facilitar su asimilación, al transformar conceptos abstractos y complejos en información fácil de entender y de conectar con la propia experiencia; favorecer el recuerdo de la información transmitida , al ser procesada a un nivel más profundo; estimular la vivencia emocional de las situaciones que se representan lo cual permite desarrollar o transformar determinadas emociones; evitar tener que definir de antemano el conflicto que viven los alumnos (con los consiguientes riesgos que ello podría conllevar) permitiendo que sean ellos los que lo definan y establezcan su posible relación con la historia descrita; y proporcionar un contexto protegido para tratar del conflicto y ensayar posibles soluciones con el distanciamiento de las situaciones simuladas y sin las consecuencias que tiene su tratamiento en la vida real.
Si necesitas adquirir las herramientas necesarias para poder adquirir estrategias de acción que favorezcan la convivencia escolar en tu establecimiento, te recomendamos estos cursos (certificados y avalados por Ministerio de Educación):
Curso: Estratégicas didácticas para abordar la convivencia escolar
Educar se constituye en el proceso en el cual el niño, el joven o el adulto convive con el otro y al convivir con el otro se transforma espontáneamente, de manera que su modo de vivir se hace progresivamente más congruente con el otro en el espacio de convivencia”
Maturana Humberto: 1992